Mejillones “tigres”

Este es un entrante que suele gustar a todo el mundo, no es difícil de preparar aunque un poco entretenido pero os animo a que los preparéis ya que es una auténtica delicia que merece la pena degustar en casa, tengamos invitados, o no.

INGREDIENTES

-una bolsa de mejillones cocidos envasados al vacío (salen buenísimos y ya vienen limpios con lo que se ahorra tiempo)

 

-media cebolla

 

-un diente de ajo pequeño

 

-pan rallado

 

-pimienta molida

 

PARA LA BECHAMEL

 

-dos cucharadas soperas de harina

 

-leche desnatada, unos 700ml. aprox.

 

-aceite de oliva y sal.

 

PREPARACIÓN

 

En una sartén mediana, con cuatro cucharadas soperas de aceite freímos la cebolla bien picadita y el ajo picadito sin dejar que se tueste.

 

Escurrimos bien de aceite y reservamos. Abrimos el paquete de mejillones y los escurrimos bien de su agua. Conservamos las conchas más grandes y los mejillones los picamos junto a la cebolla frita.

 

En esta misma sartén, con el aceite que ha quedado y dos cucharadas más de aceite, vamos a hacer la bechamel.

Calentamos este aceite y ponemos las dos cucharadas soperas de harina. movemos bien hasta que esté marroncilla, que esté bien echa.

 

Añadimos ahora un chorro de leche, movemos y movemos aplastando la harina para que se vaya abriendo y vaya así la harina absorbiendo la leche. Cuando esté muy espesa la pasta, añadimos otro chorro de leche, y seguiremos moviendo otra vez hasta que de nuevo haya absorbido toda la leche.

 

Mover y mover, este es el secreto. Bajamos ahora un poco el fuego y echamos un chorro pequeñito, ya observando la consistencia de la bechamel. Cuando levantes la cuchara llena y caiga en forma de cinta, ya está lista. Ponemos sal y echamos ahora la mezcla de mejillones con cebolla y a una fuente.

 

Rellenamos las conchas con una cucharilla dándole la vuelta para poner la masa sobre la concha y las vamos poniendo sobre una bandeja o un plato llano. Dejamos enfriar antes de freír.

 
Cuando están fríos, ponemos una sartén mediana y con abundante aceite, como si fuesemos a hacer croquetas. Pasamos los tigres por huevo y pan rallado solo por la parte de la masa y los freímos con el aceite bien caliente solo por el lado de la pasta. Le damos la vuelta para sacarlos más fácil a una fuente con papel absorbente. Después los servimos en una fuente bien calientes.