Las sardinas escabechadas duran varios días en la nevera y nos sacan de apuros más de una vez para las cenas. Son sabrosas y nutritivas. Hacedlas en casa, merece la pena.
Congelación: Los alimentos en escabeche no se suelen congelar pues el escabeche en sí es un modo de conservación y dura bastante en la nevera.
INGREDIENTES
-1/2 kg de sardinas parrochas
-harina corriente para rebozar
-seis o siete dientes de ajo medianos
-dos o tres hojas de laurel
-un vaso tamaño agua de vinagre corriente, no lleno
-pimentón dulce
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Salamos las sardinas bien limpias y las pasamos por harina. Las sacudimos un poco para que suelten el exceso de harina. Ponemos una sartén mediana al fuego mediano y echamos como un dedo o así de aceite. Cuando esté caliente ponemos las sardinas a freír por tandas de seis o siete.
Las damos la vuelta pasados unos minutos y dejamos que se frían bien. Reservamos. Quitamos un poco de aceite, y dejamos un poco para freír los ajos pero no demasiado para que no nos queden muy aceitosas. Pelamos los ajos y los cortamos en láminas finas. Ponemos a freír pues está ya caliente y ponemos también las tres hojas de laurel.
Antes de que estén dorados del todo retiramos la sartén del fuego y ponemos una cucharada de postre de pimentón, lo movemos bien y echamos las sardinas. Ahora lo ponemos al fuego y les vamos dando la vuelta con el fin de que se impregnen bien del pimentón.
Luego echamos el vinagre (cuidado que suelta unos vahos muy fuertes) y medio vaso de agua. Meneamos la sartén pero ya sin mover el contenido con cuchara.
Probamos de sal por si hay que añadir un pelín y dejamos cocer cuatro minutos o así. Tapamos y dejamos que se enfríen.
Se conservan bastantes días en la nevera en un recipiente a poder ser de cristal con tapa.
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